Tengo por costumbre cuando tengo días de vacaciones levantarme pronto y salir a andar. Mi paseo suele discurrir entre huertas de la ribera del Tormes, el paseo fluvial y zonas de urbanizaciones. Es lo que tienen las ciudades pequeñas, que todo está a mano y tienes multitud de aromas primarios y olores que mantienen viva tu pituitaria.
Cuando amantes del vino que quieren iniciarse pregunta si es recomendable comprarse la colección de aromas y olores de tal o cual casa, siempre aparecen las mismas respuestas: vete al mercado, al campo, a la ribera y huele, selecciona los aromas, descifra la paleta de aromas que nos trae la brisa.
Cuando amantes del vino que quieren iniciarse pregunta si es recomendable comprarse la colección de aromas y olores de tal o cual casa, siempre aparecen las mismas respuestas: vete al mercado, al campo, a la ribera y huele, selecciona los aromas, descifra la paleta de aromas que nos trae la brisa.
La verdad es que cuando paseo vas descubriendo -y memorizando- aromas a higueras, hierba seca, flores de galan de noche, tomillo, manzanilla, romero, plantas de ribera, de ramas de haya recién cortada o las notas balsámicas de los abetos, ... pero también olores de agua estancada, de sudor, de tierra quemada, de gasolina, o de podredumbre ... que van enriqueciendo tu colección particular.
Por cierto, si alguno de vosotros quiere acompañarme, está invitado.
1 comentario:
Desde luego, los aromas que recordamos, son nuestros recuerdos olfativos, en el que algunas veces es una escena aromatica, o los recuerdos que te trae einhalar los aromas que desprende un vino. Es mas el otro dia probando un albariño de Rias Baixas de 2.006, y el vin me gusto. Me trajo unos recuerdos a cuando en la casa de campo de mis pades se hace la conserva de tomate, esos olores al tomate recien pelado, o los recuerdos a hacer es tomate en la sarten.
¡AAAAAAAAAAAAA! echate un perro que te haga compañi en esas andadas.
Un abrazo
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