
La verdad es que después de leer La Bodega de Noah Gordon no puedo por menos que describirla como una excelente novela que he devorado casi sin respirar.

De tonalidad ambarina, brillante, con notas a pasas y miel, fresco y con buena acidez acompañó unas onzas de chocolate Amatller, 70% cacao Ghana, desconocido para mí y que nos dejó una muy buena impresión. Untuoso, con un sabor pleno a cacao que te llena la boca y un ligero amargor final muy sutil pero crea adicción.
Bueno, ya lo decía la gran Celia Cruz "Aaaaazuuucar", y es que tengo que reconocer que uno es golosón, golosón.