Hace unos días tuvimos el placer de visitar Curiel de Duero, situado a la entrada del Valle del Cuco, localidad cercana a Peñafiel y que cuenta con un precioso castillo en lo alto de un cerro rocoso, siendo el más antiguo de Valladolid al estar construido sobre un casella romano del siglo IV.
Nuestra visita no era precisamente visitar el castillo de Doña Berenguela, sino una bodega de la que habíamos oido hablar: Centum Cadus y conocer a su "alma mater" Justo Casado, elabordor de unos vinos amparados bajo la D.O. Ribera del Duero y con nombre de Dominio del Cuco.
Excavada en la roca y con capacidad de 100 barricas, -de ahí el nombre en latín de la bodega,Centum Cadus-, somos recibidos por Justo y su mujer, gente hospitalaria donde las haya y que disfruta enseñando y compartiendo sus experiencias.Nuestra visita no era precisamente visitar el castillo de Doña Berenguela, sino una bodega de la que habíamos oido hablar: Centum Cadus y conocer a su "alma mater" Justo Casado, elabordor de unos vinos amparados bajo la D.O. Ribera del Duero y con nombre de Dominio del Cuco.
Los viñedos de la bodega, situtados a más de 900 metros de altitud se extienden por los términos municipales de Pesquera de Duero y Baños de Valdearados, elaborando vinos bajo el más puro concepto de "vigneron", de viticultor, dejando "hablar" al terroir, huyendo de la estandarización de las elaboraciones y buscando la personalidad propia que da cada año el clima, la tierra y la vid.
Frutos de esos trabajos nacen vinos que, en primer lugar, llaman la atención por su carácter cromático, su intensidad de color y el predominio de la fruta, su equilibrio y su personalidad.
Vinos serios, intensos, equilibrados, largos y con muy buena estructura que están dando alegrías a Justo fruto de un buen trabajo iniciado en el terreno y que culmina con la elaboración y crianza en bodega.
En la actualidad elabora dos tipos de vino: Dominio del Cuco y El Especial Dominio del Cuco.Frutos de esos trabajos nacen vinos que, en primer lugar, llaman la atención por su carácter cromático, su intensidad de color y el predominio de la fruta, su equilibrio y su personalidad.
Vinos serios, intensos, equilibrados, largos y con muy buena estructura que están dando alegrías a Justo fruto de un buen trabajo iniciado en el terreno y que culmina con la elaboración y crianza en bodega.
Elaborados con tempranillo y con crianza en barricas de roble francés y americano, y estabilizando con medios naturales.
Pero creo que lo mejor es dejar hablar al padre de las criaturas. Con ustedes Justo Casado.
¡Qué ustedes disfruten!